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ÁNGELA DÍAZ.
El “tsunami profesional” al que muchas personas están haciendo frente ha supuesto un gran revulsivo para poner en valor lo que cada uno de nosotros podemos aportar al mercado laboral. Queremos aprovechar este espacio para hablar del personal branding, una de las estrategias que los profesionales más proactivos están utilizando para reubicarse en el mercado.
Introducción al Personal Branding
El término personal branding es relativamente novedoso; surge a principios del siglo XXI, como una forma de diferenciar y “dar luz” a la propia candidatura profesional. De la misma forma que los productos se posicionan en el mercado de consumo construyendo una marca que los identifique y diferencie, los profesionales podemos hacer lo mismo en el mercado de trabajo. El personal branding se está utilizando para la búsqueda de empleo, la promoción interna, el posicionamiento profesional, etc. En definitiva, para garantizar la empleabilidad profesional.
¿Qué es el personal branding? Es encontrar lo especial, diferente y relevante que hay en ti y comunicarlo. Aparentemente es una tarea sencilla, pero pensemos en cuántas ocasiones hemos hecho este ejercicio; muchos de nosotros descubriremos que en pocas, o incluso en ninguna… Tal vez ha llegado el momento de hacerlo…
Construir la marca personal requiere un profundo proceso de investigación y una “puesta en escena” amplia en el mercado. Este proceso tiene tres grandes pasos:
Paso 1: ¡Conócete!, ¿cuál es mi identidad profesional?
El conocimiento de uno mismo permite identificar cuáles son mis fortalezas profesionales; esas características que me definen como profesional y me hacen destacar del resto de colegas.
Hace unas semanas una amiga me envió su currículum vitae para que lo “moviese” entre mis conocidos. Esta persona me comentó que quería cambiar de trabajo y estaba buscando un puesto de gestión.
Cuando leí el currículum, me sorprendió su experiencia internacional: había trabajado en la embajada española en Israel, posteriormente se había incorporado a una multinacional tecnológica con continuos viajes a la empresa matriz en EEUU, y en la actualidad, trabaja en una empresa que promociona cursos en el extranjero.
Paradójicamente, esta persona está promocionando su candidatura ¡sin destacar y poner en valor su trayectoria internacional y las competencias profesionales que ésta conlleva! Cuando lo hablé con ella, rápidamente me dijo que lo que más le gustaría sería conseguir un puesto donde continuar viajando, conociendo nuevos sitios y “abriendo puertas” en otros países porque es lo que mejor se le da y con lo que más disfruta. Además, se describía a sí misma destacando su capacidad de adaptarse a personas y culturas diversas, su proactividad, sus habilidades sociales o su dominio de diferentes idiomas.
Esta es la esencia del personal branding; responder a los interrogantes: ¿cuál es mi valora añadido? ¿Cómo me gustaría ser conocido en el mercado? Cuando una persona tiene claro lo que puede ofrecer y lo que quiere encontrar, incrementa su probabilidad de conseguirlo pues trabaja con un objetivo bien definido y no está a merced de lo que ocurra, sino que se ocupa para que lo que busca, suceda.
Paso 2: ¡Conoce el mercado!, ¿cuál es la demanda?
El Observatorio de Innovación en el Empleo (OIE) que impulsa Adecco, en un estudio sobre jóvenes y mercado laboral, ha destacado que éstos muestran falta de recursos para enfrentarse al mundo laboral debido al desconocimiento que tienen sobre el mismo.
Lo que ocurre en la población estudiantil, también nos puede suceder a profesionales con experiencia laboral: desconocemos qué valoran las empresas, qué sectores pueden estar más cerca de lo que busco, qué empresas están seleccionando profesionales, qué competencias profesionales se buscan, etc. Tener este conocimiento se hace imprescindible para saber cómo de valioso es mi valor añadido y cómo he de adaptarlo para que sea atractivo.
Recordando el caso que hemos mencionado anteriormente, para esta persona es muy importante conseguir información sobre los sectores y/o empresas que están en procesos de internacionalización como posibles opciones para hacer llegar su candidatura.
Paso 3: La “puesta en escena”, ¡prepara el mensaje y difúndelo!
El último paso tiene como objetivo la fusión de los dos anteriores, construir un “retrato profesional” claro, identificador y diferencial de mi valor añadido en el mercado laboral actual.
Este mensaje puede concretarse en diferentes soportes como el currículum vitae, un blog profesional o nuestra propia presentación cuando tengo la oportunidad de explicar quién soy. Es fundamental que todos los canales sean coherentes entre si y trasmitan la imagen que yo quiero trasladar. Pensemos que los demás hablarán de mí tal y como yo hable de mí mismo. No es cuestión de decir mucho, sino de comunicar lo relevante para que se escuche y recuerde.
La “puesta en escena” se completa dando a conocer mi marca personal aprovechando la red de contactos propia, conociendo a otros profesionales, aprovechando las referencias, etc. En definitiva, potenciando y construyendo relaciones con personas del entorno profesional que puedan valorar mi marca personal en el momento actual o en un futuro. El networking es más eficaz cuando se cuenta con una marca personal bien construida.
¡Da el primer paso!: ¿cuál es tu valor añadido?, ¿podrías resumirlo en tres palabras?
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Clik here to view.Ángela Díaz
Licenciada en Psicología, especializada en Psicología de la Organización y Master en Dirección Empresarial y Marketing.
Ha trabajado como consultora, Directora de Proyectos y Responsable de Negocios en Desarrollo Organizacional. Actualmente es Directora de Negocio de Dynamis Consultores.
Es Profesora del Programa de Evaluación Competencial de IDE-CESEM.
La entrada Personal Branding: ¿Cómo quieres que hablen de ti? aparece primero en Blog de IDE-CESEM Business School.